Es la dieta más estricta dentro del vegetarianismo, clasifica los alimentos en dos categorías: ying (alimentos pasivos como las almejas, la sandía y las ciruelas) y yang (alimentos activos, entre los que se encuentran los huevos, el cerdo y el caviar).
La Licenciada en Nutrición Marcela Licata explica que la alimentación macrobiótica es alimentarse sanamente, no tomando aquellos alimentos que han sido transformados.
Debe existir un equilibrio entre alimentos ying y yang para lograr la salud y el bienestar físico y mental.
El movimiento se basa en curar o prevenir más de 200 enfermedades a través de la apropiada ingesta de alimentos sin contenidos tóxicos ni agregados químicos.
Según el Dr. Martín Macedo autor de El gran poder de la Macrobiótica, “(…) La macrobiótica es conocida en el mundo entero como una dieta capaz de curar diversas patologías."
En cuanto a la dieta macrobiótica, no deben consumirse las calorías vacías (sin minerales ni vitaminas) que son las harinas blancas, el azúcar refinado y el arroz blanco. A su vez, no recomienda ingerir carnes rojas por contener toxinas y grasas. En este caso, las proteínas podrían obtenerse del seitán (carne vegetal, extraída del gluten de trigo), del tofú (queso de soja), de las leguminosas, de los frutos secos y de otros.
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