La Doctora Silvia Ongini es médica neonatóloga de la UBA y vegetariana por convicción y necesidad. Ella misma nos contó su experiencia sobre su elección de alimentación:
“Para mi ser vegetariano es una elección que responde a una necesidad: una dislipemia familiar que me eleva los niveles de colesterol y puede producir daños serios. Si no fuera vegetariana, debería estar medicada. Los fármacos no son inocuos, y menos aquellos que hay que tomar de ‘por vida’. Me encanta tener que combinar mis comidas con frutas, verduras, legumbres. Aunque, en general, la cocina vegetariana requiere tiempo y demanda más ingenio.
“Para mi ser vegetariano es una elección que responde a una necesidad: una dislipemia familiar que me eleva los niveles de colesterol y puede producir daños serios. Si no fuera vegetariana, debería estar medicada. Los fármacos no son inocuos, y menos aquellos que hay que tomar de ‘por vida’. Me encanta tener que combinar mis comidas con frutas, verduras, legumbres. Aunque, en general, la cocina vegetariana requiere tiempo y demanda más ingenio.
“Sin embargo, hay algunos aspectos de ser vegetariano que no son realmente positivos. Por ejemplo, las típicas reuniones sociales de nuestra cultura son en torno al asado.
“En estas situaciones, la elección adoptada es desmerecida por los otros.
Un caso típico sucede cuando te invitan al típico asadito argentino.
“Es una situación en la que insisten con frases como ‘proba esta mollejita’ o lo que sea. Y suele terminar con una mirada de extrañeza de los otros hacia mi postura. Te observan como si fueras un enfermo terminal que se está perdiendo parte del paraíso.
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